La luz juega un papel muy importante en nuestra percepción del entorno y él cómo nos relacionamos con él. Es capaz de cambiar nuestra forma de ver e interpretar los objetos y el espacio.
Crear un entorno de trabajo adecuado implica muchos factores, entre ellos la luz que es uno de los más importantes, ya que sin ella sería imposible realizar nuestro trabajo.
Para poder desarrollar con seguridad nuestros tratamientos es necesario el uso de la luz. La fuente de luz que más utilizamos es la que nos proporciona la lámpara del sillón, ¿pero es suficiente? No, no lo es, nuestro campo operatorio está bastante comprometido debido a su reducido tamaño. Por esta razón se requiere de una iluminación más directa que elimine y contrarreste la sombras que provocan los instrumentos, manos y cabezas de los operadores. La lámpara del sillón parte de una posición más elevada en relación al área de trabajo, haciendo que cualquier elemento por debajo de ella pueda generar sombras que dificulten nuestra percepción y diagnóstico. Por lo tanto, resulta esencial que el instrumental rotatorio disponga de una luz potente.
Es muy importante disponer de instrumental rotatorio que nos proporcione una buena luz, sobre todo la turbina, ya que con ella vamos a trabajar en el 90% de los casos de nuestra práctica diaria.

La ausencia o una incorrecta iluminación del campo operatorio disminuye la capacidad de diagnóstico
Dr. Luis Martorell
Una iluminación insuficiente obliga a realiza un sobreesfuerzo a nivel de la vista, pudiendo ocasionar dolor de cabeza, cansancio e incluso estrés. También podría forzar de forma instintiva a adoptar posturas incorrectas a la hora de trabajar, pudiendo ocasionar a la larga problemas de espalda o lesiones musculo-esqueléticas.